El uso de calzado con tacones por parte de las mujeres genera un “caminar antinatural”, que puede ocasionar graves daños a pies, tobillos y rodillas, advirtieron hoy expertos chilenos en Traumatología.
Si bien los tacones realzan la figura femenina, por lo que en algunos trabajos son una obligación, el uso de estos por largo tiempo puede generar problemas de salud, que incluso pueden llevar a una mujer a tomar una licencia médica.
Secretarias, modelos y vendedoras, según expertos, son los oficios donde los tacones son una regla y su uso es algo de todos los días, al menos para las horas de trabajo, ya que cada día son más las mujeres que llegan con calzados cómodos a sus puestos de trabajo y solo se colocan tacones cuando inician la jornada laboral.
Un estudio realizado en 2015 para conocer las preferencias de compra de las chilenas determinó que 72 por ciento de ellas usaba en forma habitual tacones altos.
Paula Manríquez, secretaria de profesión, dijo a Notimex que “los tacones aburren, molestan; pero hay que usarlos, es una tradición que toda secretaria que se precie de tal use tacones, en lo posible altos y delgados, como el tacón aguja”.
Reconoció que “con el paso del día duelen los pies, es verdad, por eso muchas veces cuando debo estar sentada en mi escritorio me los saco para descansar y rápidamente me los pongo cuando me debo parar de mi puesto de trabajo”.
“¿Dejar los tacones ? (…) jamás, creo que perderíamos femineidad, garbo, además de estatura (…) es un mal necesario, se sabe que provocan daño, pero los usamos igual porque debemos estar lindas para la gente que viene acá a la oficina”, añadió.
El doctor Jorge Filippi, de la Pontificia Universidad Católica de Chile, expuso en un estudio que “el movimiento normal de la marcha consta de tres fases”.
“Primero se apoya el talón, después se pisa con el pie completo y luego se produce el despegue de la parte de apoyo delantera”, explicó.
En cambio, cuando se camina con tacones, “esto no ocurre igual y la fase de despegue es más restringida, por lo que puede resentirse la musculatura de las piernas”.
“También puede haber molestias en la rodilla, ya que para que la mujer se pueda mantener erguida en esta posición tiene que estirarla excesivamente”, alertó.
“Lo mismo sucede con la espalda, que debe estar más recta de lo habitual para poder equilibrarse, lo que aumenta la lordosis (curva hacia adentro de la columna lumbar justo por encima de los glúteos). Esto puede producir dolor anterior de rodilla y también dolor de espalda”, añadió el también docente universitario.
El uso de tacones en forma “indiscriminada”, puede generar lesiones traumáticas por una pérdida de estabilidad que dificulta el equilibrio, con lo cual aumenta el riesgo de caídas y puede llevar a esguinces de tobillo, dijo Filippi.
Advirtió que “una persona con una diabetes avanzada, con problemas de sensibilidad en los pies, tiene más posibilidades de sufrir úlceras y lesiones al utilizar este tipo de zapatos”.
El traumatólogo Gonzalo Díaz aseveró por su parte que el usar tacones altos genera que el peso del cuerpo se desplace hacia delante, con lo cual aumenta la presión sobre los dedos y modifica el punto natural de apoyo.
La necesidad de cambiar el punto natural de apoyo del cuerpo genera un cambio de postura en busca de equilibrio, lo que a su vez provoca problemas en las articulaciones, agregó.
Según estudios científicos, un zapato femenino con un tacón de ocho centímetros de altura provoca siete veces más esfuerzo en la punta del pie que uno de dos centímetros, por lo que expertos recomiendan usar calzados bajos y de punta amplia para no provocar daños en los dedos.
A juicio de expertos, un zapato femenino no debería tener un tacón superior a los cinco centímetros, siendo lo ideal entre dos y tres centímetros, y las mujeres deberían preferir modelos con terraplén o tacones anchos.
La preocupación por la salud de las mujeres provocó que en 2010 la Asociación Chilena de Seguridad (ACHS) lanzara una campaña llamada “La hora del tacón terminó”, en la que recomendaba usar zapatos de piso en los trayectos y los tacones solo en los lugares de trabajo.