La migraña es tres veces más común en mujeres que hombres, afecta principalmente a las féminas de entre 35 y 45 años, lo que les genera sufrimiento considerable, reducción de calidad de vida y pérdidas económicas.
El dolor de cabeza comienza generalmente en la pubertad y aunque la migraña no se cura si se trata en la etapa previa al dolor más intenso se logran mejores resultados.
Ana Luisa Velasco, directora de la Clínica de Epilepsia del Hospital General, explicó que esa enfermedad debe ser atendida de manera integral y se debe explicar a los pacientes que el apego al tratamiento es vital para que tenga éxito.
El dolor es una señal del organismo para avisar que algo anda mal, por lo que cualquier dolor de cabeza recurrente debe ser atendido de manera inmediata y el médico deberá hacer un diagnóstico diferencial para descartar otras afecciones con el apoyo de estudios de imagen.
La migraña tiene varias fases previas al dolor agudo y los analgésicos se han enfocado en tratarla durante esa fase sin éxito.
“No obstante la fase previa al dolor, también llamada aura, es en donde una terapia profiláctica dirigida al sistema nervioso central como el valproato de magnesio en bajas concentraciones ha demostrado mayor éxito para detener la migraña antes de llegar al estado migrañoso agudo”, explicó la especialista.
En un comunicado de Armstrong Laboratorios, detalló que el padecimiento tiene origen en el sistema nervioso central, siendo uno de los más comunes, dolorosos e incapacitantes que se caracteriza por presentar cefaleas con ataques agudos que duran de cuatro a 72 horas.
El dolor es de intensidad moderada a grave y aumenta con los esfuerzos y estímulos, acompañados de náuseas y/o vómitos, fotofobia y fonofobia, es decir no se tolera la luz ni los sonidos.
En la actualidad existen factores desencadenantes de ese problema de salud como el estrés, no dormir adecuadamente y malos hábitos alimenticios.
La especialista llamó a que cuando se presenten los síntomas se acuda al médico porque 50 por ciento de los afectados recurre a la automedicación y sólo 10 por cierto recibe tratamiento especializado.